Un buen susto

“Es Halloween… Todo el mundo está listo para un buen susto.”(Sheriff Leigh Brackett en «Halloween» dirigida por John Carpenter)

“Espera, tío. No iremos a ningún sitio que se llame «Espeluznante», «Terrorífico», «Fantasmagórico» o «Prohibido».” (Shaggy, Scooby-Doo)
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El tiempo eterno

“El tiempo es demasiado lento para aquellos que esperan... demasiado rápido para aquellos que temen.... demasiado largo para aquellos que sufren.... demasiado corto para aquellos que celebran... pero para aquellos que aman, el tiempo es eterno.”
(Henry Van Dyke)
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No necesitamos gasolina

“¿Quien sabía lo que había escrito Francis? Me llamaron de nuevo para que terminara otra vez el guión y todo el mundo suspiró aliviado. Menos mal, decían, ha recuperado la razón. Gracias a Dios ahora todo irá bien. Hoy es un nuevo día, por fin podremos estrenar la película.

Y yo me sentía como Von Rundstedt cuando fue a ver a Hitler en 1944. Yo iba decirle que en el frente oriental ya no quedaba gasolina. Y que aquello era el fin. Y cuando salí de hablar con él hora y media después, me había convencido de que sería la primera película que ganara el premio Nobel. Salí del cuarto como Von Rundstedt: «¡Podemos ganar, no necesitamos gasolina¡»”

(Jonh Milius, coguionista de «Apocalypse Now!» hablando sobre el momento en el que fue llamado por el estudio para intentar retomar el guión de la película que Francis Ford Coppola estaba escribiendo y dirigiendo al tiempo en Filipinas)

La idea de hacer una adaptación cinematográfica de «El corazón de las tinieblas» de Joseph Conrad partió de Coppola, quien encargó a Milius el guión pensándo en que fuera George Lucas quien la dirigiera. En aquel momento tuvieron que aparcar el proyecto porque no encontraron financiación, pero tras el éxito de «El Padrino», Francis lo quiso retomar. No obstante, esta vez decidió reescribir el guión original y dirigir el film personalmente, financiando directamente con sus propios fondos todo el proyecto para mantener el control creativo absoluto.

El rodaje de «Apocalypse Now!» en Filipinas, que en un inicio estaba pensado para cinco semanas, se convirtió en un infierno de 3 años. A lo largo de estos tres interminables años sufrieron un tifón que arrasó el país y destrozo todos los decorados, la sustitución del protagonista una vez comenzado el rodaje (Martin Sheen por Harvey Keitel), incesantes presiones presupuestarias derivadas de los continuos retrasos, el ataque al corazón de Martin Sheen en mitad del rodaje o la llegada de Marlon Brando con el pelo rapado y 40 kilos más que cuando había sido contratado.

Todo ello produjo que el equipo de filmación de la película fuera derivando hacia un estado de caos continuado, al que las propias vacilaciones y derivas de Coppola a la hora de escribir el guión no ayudaban demasiado.

El propio Coppola explicó muy elocuentemente su situación anímica durante el rodaje y las causas de todo ello durante la rueda de prensa que dio en la presentación de la película en el Festival de Cannes de 1979, cuando dijo:

“Mi película no es una película. Mi película no es sobre Vietnam: Es Vietnam. Así es como fue en realidad. Una locura. Y nuestra forma de hacerla se parece mucho al comportamiento que los americanos tuvimos en Vietnam: Estábamos en medio de la jungla, eramos demasiados, teníamos acceso a demasiado dinero, demasiado equipo… y poco a poco fuimos perdiendo el juicio.”

«Apocalypse Now!» fue nominada a 8 Oscars y obtuvo dos de ellos, igualmente ganó la Palma de Oro del Festival de Cannes. Se convirtió desde su estreno, además de en un éxito de taquilla, en una película de culto.
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El fracaso es una necesidad

“Al contrario de la creencia popular en el mundo de los negocios, yo creo que el fracaso es una necesidad. Si no cometes errores por lo menos cinco veces en el día, es probable que no estés haciendo lo suficiente. Mientras más se hace, más se falla. Mientras más falla, más aprende. Mientras más aprende, mejores resultados se obtienen. Aquí, la palabra operativa es aprender. Si repites el mismo error dos o tres veces, no estás aprendiendo de ello. Debes aprender de tus propios errores y de los errores que los demás han cometido antes de tú.” (Jim Zabloski)

“Demasiada gente, cuando comete una falta, intenta tercamente de seguir adelante cometiendo siempre el mismo error. Yo creo en el dicho: «Inténtalo, y inténtalo otra vez». Pero la forma en que lo leo es: «Inténtalo, luego detente y piensa. Y entonces Inténtalo de nuevo».” (William Dean Singleton)
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Conversación de ascensor

“Hay un caso en el que los propietarios de un edificio de oficinas se quejaron de la calidad pobre del servicio de ascensores. Una consultora especializada en problemas con ascensores, fue contratada para analizar la situación. Inicialmente, evaluó que el tiempo de espera era excesivo. Entonces analizó añadir ascensores, reemplazarlos con otros más rápidos y controlarlos por ordenador para mejorar su uso. Por diversas razones, ninguna de esas medidas resultó satisfactoria. Los ingenieros dejaron el problema por imposible.

El problema se le expuso a un psicólogo […] que hizo una sugerencia que resolvió el problema. Al contrario que los ingenieros, que veían el servicio demasiado lento, él vio que el problema derivaba del aburrimiento que suponía esperar, así que les dio algo que hacer. Sugirió que se pusieran espejos en los vestíbulos, para ocuparlos, permitiendo que se mirasen los unos a los otros, de manera discreta. Pusieron los espejos y se terminaron las quejas. De hecho, algunos de los que se quejaban, felicitaron a la gerencia por la mejora en el servicio de ascensores.”

(Rusell L.
Ackoff, Re-creating the Corporation)

Visto en el Blog de Alex
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Es Iowa

Jonh Kinsella: ¡Qué bonito es todo esto! Para mí es como un sueño hecho realidad ¿Puedo hacerte una pregunta? ¿Esto es el cielo?

Ray Kinsella: Es Iowa

Jonh Kinsella: ¿Iowa?

Ray Kinsella: Si.

Jonh Kinsella: Hubiera jurado que era el cielo.

Ray Kinsella: ¿Existe el cielo?

Jonh Kinsella: Claro. Es donde los sueños se hacen realidad.

Ray Kinsella: Puede que esto sea el cielo.”

(Jonh y Ray Kinsella, Campo de sueños)
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El valor del dinero

“Mi actitud hacia el dinero siempre ha sido: «No tengo mucho pero si se como utilizarlo con audacia se multiplicará sólo.» Si tienes 1.000 dólares y estás dispuesto a utilizarlos sin preocuparte del riesgo, puedes hacer que parezcan 10.000”
(Francis Ford Coppola, «Hearts of Darkness: A Filmmaker's Apocalypse»)
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Fácil de engañar

“El primer principio es no engañarte a ti mismo, y tú eres la persona más fácil de engañar” (Richard P. Feynman)

“Nadie sabe tantas cosas malas sobre nosotros como las que sabemos nosotros mismos; y, a pesar de ello, nadie piensa tan bien de nosotros como nosotros mismos” (Franz V. Schönthan)
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Interrumpciones

“Cuando una persona es interrumpida por un mensaje o correo electrónico entrante, necesita, tras leerlo, unos 64 segundos de promedio para recuperar su «hilo de pensamiento» acerca de lo que estaba haciendo momentos antes. Se ha calculado que quienes consultan su buzón de correo cada cinco minutos pierden unas ocho horas y media a la semana, dedicando su cerebro a pensar en qué estaban haciendo momentos antes.”

(Dr. Thomas Jackson de la Loughborough University de Inglaterra, en un artículo para el Sydney Morning Herald)

Visto en Microsiervos
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Queso nuevo

“Reflexionó sobre los errores que había cometido en el pasado y los utilizó para planificar para el futuro. Ahora sabía que se puede aprender a afrontar el cambio.

Se puede ser más consciente de la necesidad de procurar que las cosas sean simples, de ser flexible y moverse con rapidez.

No hay necesidad alguna de supercomplicar las cosas o de confundirse uno mismo con temerosas creencias.

Hay que permanecer atento para detectar cuándo empiezan los pequeños cambios y estar así mejor preparado para el gran cambio que puede llegar a producirse.

Conocía ahora la necesidad de adaptarse con mayor rapidez, pues si uno no se adapta a tiempo, es muy posible que ya no pueda hacerlo.

Debía admitir que el mayor inhibidor del cambio se encuentra dentro de uno mismo, y que nada puede mejorar mientras no cambie uno mismo.

Y, quizá lo más importante, se dio cuenta de que siempre hay Queso nuevo ahí fuera, tanto si uno sabe reconocerlo a tiempo como si no. Y que uno se ve recompensado con él en cuanto se dejan atrás los temores y se disfruta con la aventura.

También sabía que es necesario respetar algunos temores, capaces de evitarle a uno el verdadero peligro. Pero ahora comprendía que la mayoría de sus temores eran irracionales y que le habían impedido cambiar cuando más lo necesitaba.”


(Spencer Jonson, «¿Quién se ha llevado mi queso?»)
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