“Nunca atribuyas a la maldad lo que se puede explicar adecuadamente por la estupidez” (Adagio conocido como la Navaja de Hanlon, atribuido a Robert J. Hanlon)
“Yo divido a mis oficiales en cuatro clases; el inteligente, el perezoso, el trabajador y el estúpido. Cada oficial posee al final dos de esas cualidades. Aquel que es inteligente y trabajador está destinado a los puestos más altos de la tropa. El servicio está hecho para aquellos que son estúpidos y perezosos. El hombre que es inteligente y perezoso, sin embargo, irá para el más alto mando; tiene el temperamento y el nervio para lidiar con todas las situaciones. Pero el estúpido y trabajador es una amenaza y debe ser eliminado inmediatamente” (Kurt von Hammerstein-Equord, general alemán, Truppenführung)