Infidelidad

“La infidelidad no consiste en creer o no creer; consiste en profesar que se cree lo que no se cree. Es imposible calcular el perjuicio moral, si se me permite expresarlo así, que ha producido la mentira mental en la sociedad. Cuando el hombre ha corrompido y prostituido de tal modo la castidad de su mente como para someter su profesión de fe a algo que no cree, se ha puesto en condiciones de cometer cualquier otro crimen.”
(Thomas Paine)

Citado por Enrique Dans
Comparte:

No violencia

“El hombre nació en la barbarie, cuando matar a su semejante era una condición normal de la existencia. Se le otorgo una conciencia. Y ahora ha llegado el día en que la violencia hacia otro ser humano debe volverse tan aborrecible como comer la carne de otro.”
(Martin Luther King)

Comparte:

Mentiras

“Las personas que hablan con esa sinceridad tienen los días contados en una empresa. Las oficinas están hechas de mentiras. A diario tenemos que fingir que nos gusta la gente con la que trabajamos, que estamos satisfechos con nuestros empleos, que estamos convencidos de que nuestra empresa es mejor que la competencia (…) Estoy orgullosa de mis mentiras, de mi capacidad de adaptar mi comportamiento a las circunstancias y espero que mis hijos aprendan la lección. Hace poco le pregunté a mi hija de 17 años cuántas mentiras había soltado ese día. «Ninguna», respondió. Me preocupó que incluso la respuesta fuera mentira, aunque más me inquietó que no supiera mentir. Me tranquilizó darme cuenta de que eran las 8 de la mañana; a esas horas, todavía no había tenido tiempo de pronunciar una sola palabra.”


Comparte:

Fantasmas, hombres y estrellas

“Tras cada hombre viviente se encuentras treinta fantasmas, pues tal es la proporción numérica con que los muertos superan a los vivos. Desde el alba de los tiempos, aproximadamente cien mil millones de seres humanos han transitado por el planeta Tierra. Y es en verdad un número interesante, pues por curiosa coincidencia hay aproximadamente cien mil millones de estrellas en nuestro universo local, la Vía Láctea. Así, por cada hombre que jamás ha vivido, luce una estrella en ese Universo.”
(Arthur C. Clarke, en el prefacio de 2001 Odisea en el espacio)

Visto en Genciencia
Comparte:

Campo o ciudad

“Eso será una novedad para muchas personas, incluida mi suegra, que vive en Lake District y está convencida de que las ciudades son concentraciones asfixiantes de libertinaje, contaminación y derroche. Y algo de razón tiene. Las ciudades, ciertamente, producen más contaminación por cada kilómetro cuadrado. Sin embargo, si la medimos por persona, la cosa cambia. Los residentes de Manhattan van andando a comprar a la tienda de ultramarinos; viven en pisos muy pequeños y tienen poco espacio para amontonar cosas; utilizan el transporte público mucho más que otros estadounidenses; consumen gasolina al pequeñísimo nivel que el resto del país lo hacía antes de la Gran Depresión; y se desplazan por innumerables viviendas y oficinas a través del medio de transporte masivo de mayor eficiencia energética: el ascensor. Encuentra a ocho millones de estadounidenses que vivan en el campo e intenta que quepan en Nueva York con todas sus pertenencias: las salas de juegos, los cobertizos, los coches todo terreno y los muebles de jardín formarían una pila mucho más alta que el Empire State.”
(Tim Harford, La lógica oculta de las cosas)
Comparte:

Edificios enfermos

“Nuestras casas están enfermas desde que existen planificadores urbanos dogmáticos y arquitectos de ideas fijas. No caen enfermas, son concebidas y traídas al mundo en ese estado. Todas estas casas, que tenemos que soportar por miles, son insensibles, carecen de emoción, son dictatoriales, crueles, agresivas, lisas, estériles, austeras, frías y prosaicas, anónimas y vacías hasta el aburrimiento.

Son una quimera de funcionalidad, son tan deprimentes que los vecinos y los que pasan por allí caen enfermos. (…)

Los edificios uniformes, al estilo de los campos de concentración y los barracones, destruyen y uniformizan lo más valioso que una persona joven puede aportar la sociedad; la creatividad individual y espontánea. Si los arquitectos hubieran sabido curar estos edificios enfermos y causantes de enfermedad, no los habría llegado a construir.”

(Friedensreich Hundertwasser)
Comparte: