Trabajo, ocio y budismo

“Existe un consenso universal sobre que el trabajo humano es una fuente de riqueza de primer orden. Ahora bien, al economista moderno se le ha educado en la consideración de que el esfuerzo o el trabajo son poco menos que un mal necesario. Desde el punto de vista del empresario es, en todo caso, simplemente un gasto que ha de reducirse al mínimo, si no puede ser eliminado totalmente, por ejemplo mediante la automatización. Desde el punto de vista del trabajador, es una «desutilidad»: trabajar es sacrificar el ocio y la comodidad de uno, y el sueldo es una especie de compensación por el sacrificio. De aquí que el ideal desde el punto de vista del empresario sea obtener una producción sin necesidad de empleados, y que para el empleado el ideal sea obtener ingresos sin necesidad de un empleo. (…)

El punto de vista budista estima que la función del trabajo tiene al menos tres cometidos: dar al hombre una oportunidad para utilizar y desarrollar sus facultades; ayudarle a superar su egocentrismo al reunirlo con otras personas para una tarea común; y producir los bienes y servicios necesarios para una existencia digna.

De nuevo las consecuencias que dimanan de esta visión no tienen fin. Organizar el trabajo de tal manera que se torne sin sentido, aburrido, idiotizante y estresante para el trabajador sería poco menos que criminal; indicaría una preocupación mayor por los bienes que por las personas, una horrible falta de compasión y un cierto grado de inclinación al lado más primitivo de esta existencia que destruye el alma. Igualmente, afanarse en el ocio como una alternativa al trabajo se consideraría una absoluta malinterpretación de una de las verdades básicas de la existencia humana, a saber que trabajo y ocio son partes complementarias del mismo proceso vital y no pueden separarse sin destruir el placer del trabajo y la felicidad del ocio.”

(Fritz Schumacher, Lo pequeño es hermoso)
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Tres tazas de té

“La primera vez que compartes el té con un balti, eres un desconocido. La siguiente vez que tomas el té, eres un invitado especial. La tercera vez que compartes una taza de té, pasas a ser parte la familia, y por nuestra familia, estamos dispuestos a hacer lo que sea, hasta morir.”
(Hají Ali, nurmadhar de Korphe, Tres tazas de té)
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Una vida normal

“Un estilo de vida «normal» es vestirse con la ropa que has comprado para ir a la oficina y conducir a través del tráfico de la ciudad un coche que todavía estás pagando, todo ello para llegar a un puesto de trabajo que necesitas para poder permitirte pagar la ropa y el coche, además de la casa que se pasa todo el día vacía.” (Ellen Goodman)
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Con la razón de su parte

General Kimsey: Según los asesores científicos del presidente una explosión nuclear podría cambiar la trayectoria del asteroide.

Ronald Quincey
: Conozco al principal asesor. Estuvimos en el MIT juntos. Y en una situación así dudo del consejo de quien sacó un cinco y medio en astrofísica. Los asesores del presidente no tienen razón. Yo sí.”

(General Kimsey y Ronald Quincey, Armageddon)
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Mi favorita

“¿Qué cual de mis fotos es mi preferida? La que haré mañana.”
(Imogen Cunningham, fotógrafa)


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Sin recursos

“Sin recursos, incluso los gloriosos, comprometidos, motivados y altamente eficientes Espartanos fueron masacrados.”
(Wayne Turmel sobre la admirada derrota de Esparta en la batalla de las Termópilas, recientemente recreada en la película «300» dirigida por Zack Snyder y basada en el cómic de Frank Miller)
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