El drama de los trabajadores autónomos

“Randal: Hay otra cosa en el Jedi y no me he dado cuenta hasta ahora. Construyen otra Estrella de la Muerte.

Dante: Sí


Randal: La primera estaba completamente terminada antes de que la destruyeran los Rebeldes.


Dante: La revienta un disparo de Luke.

Randal: La segunda estaba a medio construir cuando la destruyen.


Dante: Cortesía de Lando Calrrisian.


Randal: Había algo que no encajaba cuando la ví por primera vez, no sabía lo que era, pero algo no encajaba.

Dante: Y ahora lo sabes…


Randal: En la primera Estrella de la Muerte sólo estaba el ejército Imperial, abordo solo había soldados y dignatarios imperialistas.

Dante: Supongo que sí.

Randal: Cuando la destruyen el mal recibe su castigo.

Dante: ¿Y la segunda Estrella qué?

Randal: La segunda Estrella no estaba terminada, aún la estaban construyendo.


Dante: ¿Y qué?


Randal: Que una obra de esa magnitud requeriría muchos más hombres de los que había en el ejército imperial. Seguro que tuvieron que contratar a trabajadores autónomos: albañiles, fontaneros, electricistas…

Dante: Quieres decir que no eran imperialistas.


Randal: Exacto. Para poder construirla rápida y en secreto había que contratar a civiles. Un soldado imperial no sabe instalar un retrete, solo sabe matar y llevar uniforme blanco.


Dante: De acuerdo, contrataron a trabajadores autónomos. ¿Y eso qué importancia tiene?


Randal: Todos esos inocentes trabajadores también mueren. Son bajas de una guerra que no les atañe. Ponte en su lugar: tú eres un albañil y el gobierno te ofrece un trabajo bien pagado. Tienes esposa e hijos y una casa en los suburbios. Es un contrato con el gobierno, tiene toda clase de ventajas. De repente, aparecen unos rebeldes que van fundiendo todo lo que pillan con sus rayos láser. A ti ni te va ni te viene, no tienes ideas políticas. Sólo intentas ganarte la vida…”


(Dante Hicks y Randal Grave, Clerks)
Comparte: