“Sting, el famoso cantante pop, quería salvar la selva tropical. En los ochenta llevó a cabo una campaña a favor de los derechos de los indios Kayapo del Amazonas. Quería que pudieran conservar su estilo de vida. Pidió al presidente de Brasil que fundara una reserva india y lo consiguió. En 1991 se concedió a la tribu un área protegida de unos 65.000 km2. Tan pronto se firmó el acuerdo, los jefes Kayapo comenzaron a renegociar los acuerdos a los que se había llegado con las compañías mineras y madereras. Gracias a ello se hicieron multimillonarios. Se gastaron su fortuna en casas, coches y aviones. Y apenas dieron nada a los demás miembros de la tribu. Esta historia es un ejemplo de credulidad y cinismo pero tiene también una moraleja positiva. Muestra que todos los seres humanos buscan las mismas cosas independientemente de su origen cultural.”
(Nicholas Fearn, Zenón y la tortuga)