Parálisis por el análisis

“El maestro de cerámica anunció que dividiría a su clase en dos grupos. Todos los que estaban del lado izquierdo del estudio serían calificados según la cantidad de trabajo que produjeran y los del lado derecho serían calificados solo por la calidad de su trabajo.

Su procedimiento era simple: el último día de clases computaría el peso del trabajo del grupo de la cantidad: 50 libras de vasijas se calificarían como A, 40 libras como B y así sucesivamente. Aquellos que serían calificados por la calidad solo necesitaban producir una vasija para tener una A, pero debía ser una vasija perfecta.

Bueno, cuando llegó el momento de la calificación ocurrió un hecho curioso: ¡los trabajos de mejor calidad fueron todos producidos por el grupo que había sido calificado por la cantidad!

Parece que mientras el grupo de la cantidad producía vasijas a lo loco y aprendía de sus errores, el grupo de la calidad había dedicado su tiempo a teorizar sobre la perfección y, finalmente, para dar cuenta de sus esfuerzos, no tenían más que grandiosas teorías y un montón de barro muerto.”
(David Bayles y Ted Orland)

Visto en el Tao de la Física
Comparte: